Con los ojos cansados, en bastón y con los pies llenos de tierra, fruto de su trabajo, así llegaron a nuestra redacción un par de persona...
Con los ojos cansados, en bastón y con los pies llenos de tierra, fruto de su trabajo, así llegaron a nuestra redacción un par de personas de la tercera edad de nombre Antonia “N” y Mario “N” quienes denunciaron ante este medio que la actual esposa del notario N.-2, Alejandro Moreno Morales (Rata Blanca) la famosa Fabiola Ramírez Wong quien se sustenta como la titular de dicha notaria, les quito su casa y su terreno donde vivían.
Los abuelitos con lágrimas en los ojos comentaron que por casi 4 años juntaron dinero para poder escriturar y tener todo en regla a su casita y su terrenito.
“Juntamos billetes de a 50 pesos durante 4 años 8 meses y se los llevamos a su notaria hace más de 7 meses, y la que nos recibió fue la esposa del notario quien solo nos dio una hoja diciendo que recibió 90 mil pesos a cuenta de los tramites y hace 1 día fueron unos señores a exigir su casa y su terreno, yo saque un palo de escoba y los corrí, a las 3 horas llegaron unos policías y nos sacaron a mi esposa y a mi diciendo que ya la notaria de Zacatelco, doña Fabiola ya había vendido nuestra casita”.
Los hoy defraudados con lágrimas en los ojos no tienen donde vivir y tienen que pedir limosna en la (capú) solo para poder comer.
Los abuelitos con lágrimas en los ojos comentaron que por casi 4 años juntaron dinero para poder escriturar y tener todo en regla a su casita y su terrenito.
“Juntamos billetes de a 50 pesos durante 4 años 8 meses y se los llevamos a su notaria hace más de 7 meses, y la que nos recibió fue la esposa del notario quien solo nos dio una hoja diciendo que recibió 90 mil pesos a cuenta de los tramites y hace 1 día fueron unos señores a exigir su casa y su terreno, yo saque un palo de escoba y los corrí, a las 3 horas llegaron unos policías y nos sacaron a mi esposa y a mi diciendo que ya la notaria de Zacatelco, doña Fabiola ya había vendido nuestra casita”.
Los hoy defraudados con lágrimas en los ojos no tienen donde vivir y tienen que pedir limosna en la (capú) solo para poder comer.
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